Tomar unas copas y unos cócteles de sobra provoca que esta de españa borracha admita cualquier iniciativa que le lleve a cabo el tío que está ahí. Le afirma que si se marchan del club tienen la posibilidad de ofrecer un recorrido cerca de la playa durante la noche, lo que es muy romántico. Y en el momento en que ahora están el zorro se marcha poniendo ardiente, le enseña su lencería y le afirma que si desea le puede realizar una felación allí mismo en medio de una calle si le gusta gozar de una aceptable corrida. El tío no se lo piensa y le mete la poronga en la boca y después es tan vicioso que le solicita que se ponga con el trasero bien empinado por el hecho de que le soltará toda la corrida encima.
¿Cuáles son las probables resoluciones?
Últimamente, así como comunicaba The Guardian, la diseñadora web Kelsey Bressler solicitó fotografías de sus penes a sus fieles en Twitter. No tenía que ver con ninguna broma. La diseñadora está construyendo una versión beta de un filtro que dejaría interceptar el 95% de las fotografía de contenido sexual –específicamente, de pene– que lleguen por mensaje privado y remover y denegar quien las manda, lo que evitaría a muchas mujeres varias sorpresas desapacibles en el momento del café. El filtro, todavía desarrollandose, fué entrenado con imágenes de cine porno y en esta novedosa etapa ha de ser testado con fotografías reales.
Bressler busca activamente una solución a un inconveniente que padecen muchas mujeres y al que no se le da bastante relevancia desde los ámbitos tecnológicos: que dado que no sea frente a frente no quiere decir que no sea acoso, y que tener herramientas que dejen silenciar y denegar a quien mande este género de contenido no impide que muchas mujeres deban ver el contenido primeramente.
Acoso contra los vecinos
Al final, llega la Junta. Una mayoría de dueños vota contra el cambio de compañía de limpieza por estar satisfechos con la labor de la compañía. Si bien jamás se desecha que haya asimismo un choque de egos. Pero, ¡uy, amigo! Entre aquéllos que votan en contra se identifica a un individuo vulnerable. Una de esas que por su personalidad semeja llevar un letrero de neón que afirme abusadores por ahí. El acosador va a poder efectuar llamadas de teléfono insistentes, perseguirla por la red social, conocer su hogar o aun atentar contra sus recursos personales. Todo ello, por no estimar mudar la compañía.
Y charlamos de un individuo vulnerable, pero no debe darse solo contra una. A veces, aun se procura torcer la intención de una mayoría a través de estas prácticas. En el final, por desgaste, el resto de dueños dicen “¡Venga, va! Haz cuanto quieras, pero permíteme relajado…” Este es el objetivo último del acosador vecinal.