Los juegos sexuales que empezaron este padre y su hija llevaron a que la chavala le comiese la poronga. Ella sentía curiosidad y el hombre se encontraba bastante entretenido. Pero si bien el sexo oral y por consiguiente las felaciones están realmente bien, no era bastante. El padre procuraba la forma de penetrarla y le sugirió frotarse con su coño. La muchacha no era estúpida, sabía que no solo deseaba frotarse, que se la deseaba meter. Conque le advirtió que solo por fuera, nada de meterla. En relación vio que hacía intento de ingresar su pene ella se separaba y proseguía comiéndosela. No obstante, en el final del vídeo al fin lo logró. En una distracción se la metió a su hija, la chavala al oír su pene dentro no ha podido eludir cabalgar sobre su poronga, de todos modos ella lo deseaba. El triste fue que el padre solo soportó múltiples sacudidas y se corrió. Es habitual sabiendo toda la tensión sexual amontonada, y al hallar su propósito de meterla no ha podido eludir eyacular.
Molestia mucho más recurrente
Pero hay otras afecciones que tienen la posibilidad de perdurar años o una vida. Es esta percepción que “el pene no cabe”, “hay una pared”, “mi vagina es pequeñísima”… Esto se origina por que la musculatura de la vagina se contrae de forma involuntaria impidiendo la penetración, de ahí que ciertamente aprecian una pared. Esta contracción es inconsciente y, en la mayoría de los casos, la mujer es inútil de hallar la musculatura y, por consiguiente, relajarla.
Las causas de este inconveniente son múltiples y tienen la posibilidad de ser complicadas, como una mala experiencia pasada, el temor a quedarse embarazadas o al mal. Tenemos la posibilidad de generalizar diciendo que estas mujeres padecen una enorme angustia o temor inconscientes a la penetración y esto les hace contraer la vagina para impedirla.
Tienes temor.
El accionar de tu pareja te amedrenta. Tienes temor de solicitarle o mencionarle algo pues no tienes idea de qué forma va a reaccionar. El temor es una señal de abuso psicológico.
Tu pareja te afirma regularmente todo cuanto haces mal y todo cuanto necesitarías progresar. Pero en lugar de guiarte, no hace mucho más que indicar tus defectos y actuar tal y como si fueses una causa perdida a la que no puede echar una mano por el hecho de que es bastante enclenque.