Puedes hacer una gran taza de café. Con paciencia, diligencia y los ingredientes correctos, todo es posible. Para aprender a hacer la mejor taza de café en casa, sigue leyendo.
Comience con buenas herramientas
No se puede hacer una gran taza de café con un filtro viejo y sucio y una cafetera más vieja que tú. Comience su carrera como barista de café en casa con un equipo de calidad diseñado para durar y hecho para hacer un excelente café.
Busque una máquina que tenga un filtro reutilizable de acero inoxidable y un filtro de agua incorporado. Para sus accesorios de café como su cuchara, elija una cuchara de acero inoxidable y límpiela a fondo después de cada uso. Los restos de café molido y los residuos de aceite pueden afectar el gusto y el sabor del próximo lote.
Mantenga su café fresco
La mejor manera de mantener su café fresco es comprar café en grano entero en pequeños lotes de suministros para una o dos semanas. Luego, mantenga su café a temperatura ambiente en un recipiente hermético. Evite las temperaturas extremas, la humedad, los olores y la luz solar directa.
Muele cada taza de café justo antes de prepararlo. Debido a que la molienda libera mucho aroma y sabor, esta es la mejor manera de retener tanto como sea posible.
Usa agua filtrada
Siempre use agua filtrada, pura o embotellada para su café. El agua del grifo, si bien es perfectamente saludable, a menudo contiene un sabor a cloro, metálico o mineral que puede afectar negativamente su preparación.
Medir correctamente
La cantidad ideal de café molido es de una a dos cucharadas por cada seis onzas de café. Una vez que tenga su máquina y se haya decidido por una mezcla o tueste particular, intente experimentar con diferentes cantidades para encontrar el equilibrio perfecto.
No exageres
Asegúrese de que su cafetera esté calentando el agua a un ritmo lo suficientemente rápido para evitar una preparación excesiva. Si el agua hierve muy lentamente, esto puede ralentizar el proceso de preparación y hacer que el café tenga un sabor amargo y demasiado elaborado.
Limpia tu olla regularmente
Una buena cafetera es una cafetera limpia. Por lo tanto, limpie su cafetera con jabón suave después de cada uso y asegúrese de enjuagarla bien. Mantenga su máquina funcionando sin problemas descalcificándola o descalcificándola según sea necesario mensualmente o incluso anualmente.
Nunca recaliente el café
Una vez que el café ha caído por debajo de los 175 grados, su sabor comienza a cambiar. Entonces, después de que una taza de café esté terminada o enfriada, considérela lista; luego tírelo y prepare otra olla.