¿Se tienen que ofrecer huesos de pollo a los perros?
Existe la creencia de que dar de comer a nuestros perros con restos de pollo es natural, que los perros los han comido toda la vida y de ahí que, son todavía varios los dueños que nutren o se sugieren dar de comer a sus perros con carcasas o huesos de pollo. Se debe tener bastante precaución, habitualmente no pasó nada, pero debemos lamentar accidentes y pérdidas en otros varios.
Mi perro comía huesos de pollo. ¿Qué sucede después?
Una vez ingerido, solo hay tres maneras de que el hueso salga del sistema digestivo.
Primero, puede devolver el hueso. Por fortuna, esto no es muy probable y jamás tienes que procurar que tu cachorro vomite.
Pero, ¿por qué razón? ¿Por qué razón son tan pésimos los huesos de pollo para los perros?
Deseo llevar a cabo aquí un énfasis particular, los huesos de pollo son muy pésimos para los perros, pues estos tienen la posibilidad de astillarse o romperse al masticarse, lo que puede ocasionar que el hueso fragmentado o roto, perfore algún órgano de adentro o aun rasgar su intestino, no obstante, los huesos de pollo no son los únicos que acarrean un riesgo, aquí el énfasis particular, pues asimismo lo son los huesos de otros animales como nada, cerdo , pez, cordero, en resumen, el hueso que desees ofrecerle , puede dañar la composición interna de sus órganos o peor, puede ocasionar una obstrucción en su intestino que solo se puede sanar a través de cirugía y la tasa de supervivencia tiende a ser bajísima.
Por esa razón los perros no tienen que comer huesos, y, además de esto, cabe nombrar que estos no son saludables y carentes de valor sobre nutrición.
Géneros de huesos comibles
Los huesos comibles, entre ellos los huesos sustanciosos, aportan un prominente valor nutritivo. Hablamos de esos que tenemos la posibilidad de integrar en la dieta día tras día de nuestro peludo. No solo le encantarán sino, además de esto, le van a estar aportando múltiples de los nutrientes que precisa en su día a día para ser un peludo sano y feliz.
Estas son las peculiaridades de los huesos comibles:
Huesos de pollo enormes
En el momento de ofrecer huesos de pollo a tu perro tienes que tener bastante precaución, puesto que ciertos como los de los muslos poseen piezas puntiagudas que tienen la posibilidad de perforar o dañar su intestino.
Otros como los del leño son, no obstante, absolutamente seguros.