Según la doctora Sara Perkins, dermatóloga certificada en Yale Medicine y maestra de dermatología en la Escuela de Medicina de la Facultad de Yale (USA), la queratosis pilarios, en ocasiones llamada «piel de pollo», es una afección cutánea común que provoca que aparezcan parches de protuberancias que se sienten ásperos en la piel. Estos pequeños bultos o espinillas son de todos modos células fallecidas de la piel que tapan los folículos pilosos. A veces consiguen un color colorado o cobrizo.
La queratosis pilarios acostumbra mostrarse en la parte de arriba de los brazos, los muslos, las mejillas o las nalgas. No es infecciosa y, generalmente, los bultos que genera no ocasionan afecciones ni picor.
Cuestiones Usuales
La mejor contestación a esta pregunta es, es dependiente.Varias personas sí, varias personas no.Lo más esencial es poner las alas lo mucho más secas viable antes de freírlas, por el hecho de que sean crocantes.
El misterio del buen pollo frito es remojar el pollo en suero de leche antes de freír.
Proseguir unas prácticas correctas de cocción y también higiene resulta mucho más eficiente que separar o lavar la piel. Otra cosa es que una vez cocinado se retire por el hecho de que ser entre las partes con mayor proporción de grasa.
El inconveniente del contagio desaparece con una aceptable cocción. Además de esto, al hornear, cocer y asar a la parrilla esta corteza del pollo, te va a ayudar a proteger los jugos naturales.
Si lo que te preocupa es su contenido elevado calórico, has de saber que la piel de un pechuga solo añade al grupo unas 50 calorías, sobre un total de unas 300.
Seguramente en algún momento te has cuestionado si es requisito eliminar la piel al pollo por fundamentos de salud. Con un profundo gusto, la piel del pollo tiene dentro la mayor concentración de grasa. Pero retirarla podría tener un sentido mucho más sobre nutrición que de seguridad.
Desde la perspectiva de la seguridad alimenticia no es obvio que remover la piel del pollo suponga mucho más garantías. Si elegimos por lavarla para eludir una viable polución microbiana, es requisito continuar unos hábitos de higiene. No obstante, lavándola no eludimos el contagio. Se puede trasmitir la bacteria en las manos, superficies de trabajo o ropa mediante salpicaduras de las gotas de agua.
Cuando menos o sea lo que afirma la Agencia de Reglas Alimenticias del Reino Unido (FSA). Retirarla al comienzo podría achicar el número de gérmenes, pero tampoco semeja favorable. Para el aparato de análisis podría beneficiar que se contaminen los tejidos internos, o sea, la carne.
¿Qué te aconsejamos?
- No adecentar la piel antes de ser cocinada, de esta forma evitaremos producir salpicaduras y diseminar los microorganismos por nuestra cocina.
- Proteger realmente bien los utensilios de nuestra cocina y limpiarlos toda vez que estén en contacto con alimentos.
- Almacenar el pollo en la parte mucho más baja del frigorífico, por si acaso el envase suelta algún líquido, de esta manera eludimos contaminar otros alimentos que estén debajo.
- Y, evidentemente, es primordial el desarrollo de cocción. Si cocemos bien la piel y la carne, lograremos remover las probables bacterias. La temperatura deseada de cocción interior habría de ser de por lo menos 74º centígrados. Una aceptable técnica para revisar el nivel de cocción es realizando un rápido corte en la prenda. Si el color es rosado, el pollo debe cocerse a lo largo de mucho más tiempo.
Hay asimismo inquietudes sobre el aporte calórico de la piel del pollo, puesto que hablamos de la parte mucho más grasa del animal, con lo que muchas personas la quita antes de ingerirlo la fiel que no es saludable. No obstante, debemos ser siendo conscientes de que hablamos de grasas monoinsaturadas, esto es, saludables, como las que podemos encontrar en aguacates y peces grasos.