Sí, el pollo cocido sin ponerle condimientos y sin hueso es seguro para los perros. En verdad, es de manera comparativa mejor que la dieta de pollo crudo. Asegúrese de que el pollo esté bien cocinado, en tanto que la carne poco llevada a cabo muestra peligros de infecciones bacterianas.
Al tiempo, ten presente que no tienes que dar de comer a tu perro con huesos de pollo cocidos de ningún modo (hervidos o fritos), puesto que tienen la posibilidad de astillarse y podrían ocasionar una obstrucción intestinal en las mascotas.
¿Por qué razón no se le tienen que prestar cocidas?
Simplemente ha de saber que las patas de pollo cocidas corren un alto peligro de astillarse, esto les hace ser peligrosos para su mascota, con lo que es considerablemente más seguro y aconsejable sugerir las patas de pollo crudas o desecadas.
Comer patas de pollo va a ser una agradable experiencia para tu perro, no solo a nivel de masticación, sino estas son una fuente considerable de glucosamina para los perros, substancia que optimización tendones y articulaciones.
¿Qué es la dieta BARF?
La dieta BARF es una dieta fundamentada en dar de comer a tu mascota con comida cruda y natural.
Esto deja al animal recibir directamente todos y cada uno de los nutrientes, vitaminas y minerales de los alimentos sin modificar. Además de esto tampoco incluye conservantes artificiales.
¿Alguna recomendación para realizar mucho más segura la carne?
Dada esta situación, es habitual tener temor a ofrecer cualquier clase de carne cruda a nuestra mascota. Y más allá de que siempre y en todo momento existe el peligro, hay algunas sugerencias para disminuirlo:
Congela la carne 3 o 4 días antes de darla. Cierto que para el perro tendría el máximo gusto sin haber vivido por congelación, pero las bacterias no subsistirán al frío y las habrás exterminado.
¿Cuál es el riesgo de dar de comer a un perro con pollo crudo?
Según una reciente investigación del Hospital Veterinario U-Vet Werribee de la Facultad de Melbourne, podría existir una relación entre el consumo frecuente de pollo crudo y la predisposición a desarrollar un género de parálisis severa, llamado síndrome APN.
El síndrome APN (poliradiculoneuritis agudo) radica en un trastorno que perjudica al sistema inquieto de los perros. Su punto de inicio sería algún desequilibrio del sistema inmunológico que comportaría un progresivo deterioro de las construcciones inquietas.
