En el momento en que subes a un barco y vas sobre el agua con frecuencia da la impresión de que el mar es tan traje como podría ser un campo de trigo. Solamente lejos de la verdad. El mar es formidablemente heterogéneo.
La columna de agua es como una cascada continua de organismos y detritus que van cayendo hacia el fondo marino, así como si se tratase de la pantalla de Matrix. De ahí que la turbulencia (las corrientes, las olas, los remolinos) lo es prácticamente todo en el mar, puesto que las turbulencias hacen pujar y sostener los nutrientes y el plancton en la parte de arriba alumbrada del mar. Esta parte es donde llega la luz y por consiguiente allí donde el fitoplancton puede fotosintetizar y hacer novedosa materia orgánica. En último término prácticamente toda la red trófica marina vive de este plancton directamente o indirecta (tengamos en cuenta que ciertos organismos viven de las fumaroles hidrotermales abismales). Yo puedo atravesar el Atlántico ahora fácil vista no sabría distinguir entre las aguas que están sobre la interfaz continental africana o las que están sobre la dorsal oceánica. Pero un pájaro marino sabe advertir su diferencia. Podríamos meditar que en el momento en que sale de la colonia de cría a buscar alimento no posee ni la más remota idea de hacia dónde dirigirse y menos de de qué manera orientarse por el hecho de que todo semeja lo mismo. Pero la verdad es que saben de manera perfecta dónde van y saben a la perfección de qué manera regresar a la colonia por el sendero mucho más corto, estén donde estén. Es suficiente con echar una ojeada a múltiples viajes GPS para poder ver que las pardelas de Canarias y Cabo Verde podrían buscar el alimento en múltiples sitios a cientos y cientos de km de radio de la colonia. No obstante, en el momento en que se vayan de las aguas próximas a la colonia todas y cada una se dirigen de forma exclusiva a la interfaz continental africana. La razón es realmente simple: estas aguas próximas a la costa son excepcionalmente productivas, y por consiguiente con enormes proporciones de piezas, cefalópodos y crustacias de los que se nutren varios pájaros marinos. Son productivas pues las corrientes de agua benefician la subida de nutrientes depositados en el fondo marino: es lo que llamamos un afloramiento. El área donde las pardelas procurarán su alimento forma una parte del enorme ecosistema marino de la corriente de Canarias, el afloramiento más esencial del Atlántico (adjuntado con la corriente de Benguela). Este afloramiento es tan productivo que lo exploten toda clase de pesqueras de múltiples países de todo el mundo.
“El contador regresa a cero para muchas especies”
“Toda vez que está vacía el lago, todas y cada una de las aves acuáticas desaparecen”, lamenta Ramos. Según el experto en aves este año había detectado «2 parejas de gansos que habían colonizado el espacio para lograr nidificar, algo que según enseña Ramos «hacía varios años que no pasaba». “Había asimismo 2 parejas de ángulo, 2 de poronga de agua y un martín pescador”, añade. Además de esto asegura que ciertas especies del Zoo asimismo se nutren de las gambusias que viven en el Lago. Todo ello provoca que “el contador vuelva todos los años a cero para muchas especies de aves”.
Según Ramos, la población asimismo se disminuye en muchas de las especies terrestres. «En el instante que sacas el agua del lago, las aves que precisan tomar asimismo se vayan a otros espacios».