Comenzamos saliendo bien el pollo, pues al ser realmente grande precisa sal pero no el toque que tenemos la posibilidad de poner en otro género de recetas.
Frecuentemente en el momento en que lo asamos semeja tal y como si no tuviese gusto y tal y como si estuviese cocido. Esto se origina por que le ponemos bastante caldo de pollo o agua en el fondo del envase, es esencial remojar ocasionalmente pero no mucha cantidad en tanto que cocerá el pollo. Lo destacado es ponerlo sobre un óptimo lecho de patatas a fin de que esté “al aire”.
De qué forma comprender que el pollo en el horno está ya listo
Para comprender que el pollo en el horno está especial contamos 2 opciones:
- Si contamos un termómetro de carne, ha de estar dentro suyo a 74 grados.
- Si no disponemos del termómetro lo destacado es pincharlo con un palillo, y en el instante que no salga sangre y salga jugo blanco está ya listo. Si pinchamos y no sale nada, se nos va a haber pasado un tanto.
Temperatura interna
La temperatura interna del pollo debería hallarse cerca de los 165° F (73°C) antes de comerlo. De ahí que, y para cerciorarte de que está apropiadamente cocido, mete un termómetro instantáneo en la parte mucho más grande del pollo, pero no lo hagas cerca de la grasa o del hueso. Es el procedimiento mucho más conveniente de control del tiempo de cocción de un pollo en el horno eléctrico.
Una manera visual de comprobar el punto de cocción es fijarte y cerciorarte de que el jugo vertido sea de color claro y no rosa. Asimismo se puede recortar la carne para garantizar que el medio sea blanco sin algo de rosa.
Consejos para un pollo asado especial
¿Una receta simple verdad? Esos/as que la preparó me han comentado que todos y cada uno de los consejos son de mucha ayuda para un enorme resultado.
Y sucede que no solo es ponerlo en el horno y aguardar como hace la mayor parte. especial.
Horneado y presentación final
- Con el horno antes ardiente a 190º C ponemos en el horno a lo largo de 1 hora y 15 minutos. Lo destacado es que lo realice en la bandeja del medio con temperatura arriba y abajo y aire. Tenga precaución pues cada horno es un planeta y el de el puede requerir cambiar la temperatura. Lo destacado es tapar el pollo con papel de aluminio a media cocción, o sea, en el momento en que el pollo lleve 30 minutos precisamente.
- Los últimos 15 minutos lo sacamos para torrar la piel y que quede súper crocante. Antes de ser útil el pollo lo dejamos descansar fuera del horno tapado nuevamente con el papel de aluminio con el que lo hemos tapado en el horno.
- Trinchamos el pollo con un óptimo cuchillo. Sencillísimo en seis piezas. Primero, los cuartos traseros (muslo y contramuslo) hasta llegar a la unión de esta parte con el armazón. Después, las dos alas. Y, por último, los senos.
- Para esta operación, se busca el esternón y se desliza el cuchillo rebaño toda la carne y despegandola del costillar. Primero una y después la otra. Y con lo que queda, siempre y en todo momento va a haber carne bastante en la estructura para unas buenas croquetas de pollo.
- Lo servimos acompañado de las patatas asadas y algo de ensalada. A mí me chifla con tomate crudo, aceite de oliva virgen plus y un toque de sal y orégano.
Idóneo para una comida del domingo, y recuerde que quien va a trabajar es el horno, no nosotros. Le puedo garantizar que le va a quedar una carne muy melosa y con una corteza súper crocante. Un pollo en el horno tierno y jugoso como el que hacía mi abuela en el pueblo. ¡No se arrepentirá!