Lleva razón mi amiga de sexualidad en algo, la mayor parte de mujeres por mucho que lo nieguen y traten de esconderlo, les agrada realizar felaciones, así sea por el poder que genera esta sensación, por el excitación que crea sentir los espasmos de los hombres en una situación tan vulnerable o pues espera que el tipo lleve a cabo su parte y le lleve a cabo un óptimo cunnilingus. Esto último me semeja demasiado hipócrita, pero aplica para muchas. No obstante, en lo que se refiere al tema de llegar o no llegar a la boca de tu pareja, hay muchas teorías sobre esto. Por poner un ejemplo, hay un conjunto de mujeres que lo gozan (sí, si bien suene de locos). Para ellas, que su pareja llegue y tragarse el semen es muy excitante y las pone a mil, puesto que hacen algo que escasas hacen y segundo por el hecho de que complacen absolutamente a su pareja, puesto que los hombres gozan del poder que esto crea y de la puerta de inseguridad donde quedan las mujeres. Aquí es esencial tomar en consideración que ellas de esta forma lo resuelvan, lo prefieran, les agrade y lo gocen, por el hecho de que nada peor que realizar algo por obligación sin estar según con ello. Hay otro conjunto de individuos que la pasan bien en sexo oral, pero no la una parte de la corrida. Para esto, eligen la penetración o que lleguen a la mano o senos. A ellas no les agrada que lleguen a la boca por múltiples causas: 1. Sienten que se ahogarán y por consiguiente les da ganas de devolver y 2. No les agrada el gusto del semen. Para eludir el primero es requisito que la mujer esté muy distendida, que practique bastante y que respire siempre y en todo momento por la nariz para eludir la sensación de arcadas. No obstante, es esencial tener en consideración que lo que lo realice va a depender de la seguridad y afinidad que sienta con su pareja, esto difícilmente es algo que se lleve a cabo en la primera noche, salvo que pagues por este motivo. En el segundo punto, en lo que se refiere al gusto, para muchas es asqueroso si quiere imaginar tragar el semen de un hombre, así sea por el hecho de que les sabe cadera y esto va a depender bastante de la nutrición del hombre y sus hábitos o por el hecho de que simplemente no se imaginan realizando algo de esta forma. Recuerde que es esencial lo que se come antes y más que nada la higiene que tu pareja tenga con su cuerpo. Conque la recomendación es que si te animas existen muchas formas de gozar del apreciado oro blanco, no ha de ser algo asqueroso y asqueroso, por contra da bastante juego si el partido es largo. Conque cambia tu forma de pensar, charla con tu pareja sobre esto y más que nada cuídate si no posee pareja sexual permanente, puesto que por medio del semen se tienen la posibilidad de trasmitir muchas infecciones de transmisión sexual, conque si no tienes una pareja fija, lo destacado es emplear preservativo, de esta manera pienses que no es requisito en una mamada. A fin de que los hombres se den una rápida iniciativa de de qué forma es el tema, les dejo un apartado de un capítulo de Sexo en Novedosa York en el que Samantha se encara a este inconveniente. Tu reflejo de mordaza
El hecho de escupir o tragar por norma general se apoya en la prioridad, pero en ocasiones posiblemente deba seleccionar uno u otro gracias a algo que no puede mudar: el su reflejo nauseoso. Si sabes que retener el semen en la boca hasta el momento en que logres escupir te va a hacer sentir arcadas, posiblemente elijas tragar. O podría escupir pues la textura del semen le hace sentir mal del estómago.
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¿Transmisión o contagio?
El VIH es un virus que puede transmitirse de un individuo a otra mediante unas vías muy específicas y conocidas. Por eso no charlemos de contagio, en tanto que esta segunda palabra (aparte de estigmatizante) nos charla de infecciones que se tienen la posibilidad de trasmitir a terceras personas por cualquier vía, introduciendo las que se generan en la convivencia frecuente. O sea lo que pasaría con la gripe, por servirnos de un ejemplo, en el que comunicar cubiertos podría ser bastante a fin de que el virus pase de un individuo a otra. Esto no sucede con el VIH.
Por consiguiente, a fin de que haya peligro de transmisión de VIH tienen que darse juntos tres elementos.