a mi esposa le gusto la polla

No sé de qué forma comenzó este juego, todo salió dando de poco, pero cuanto mucho más contamos sexo mucho más exploramos y mejor es.

Hicimos de varias cosas, pero los juguetes eróticos podría decirse que fue el comienzo de todo, o el punto por el que me animé a comenzar a jugar, le coloqué un consolador, diciéndole le que imaginara que le estaban cogiendo. Desde ese día a cada relación, hemos intentado subir un paso mucho más en nuestros juegos, ese día tuve una fantasía, ver a mi mujer gozar con otro hombre.

Aquí relato un trío entre mi mujer, un amigo y yo

Un viernes durante la noche mi mujer y yo invitamos a cenar a nuestra casa unos cuantos amigos, Lorena y la Marcial. Estuvimos cenando y tomando vino y mientras que veíamos la televisión. Tras finalizar la cena nos cogimos unas copas todos. Eran ahora las 12 de la noche en el momento en que Lorena mencionó que debía irse que al día después madrugaba.

Nos quedamos los tres solos y fuimos a la salón. Decidimos ver una película mientras que tomamos otros sorbos mucho más para acabar la botella de whisky. Entre las risas y mi mujer puso sin estimar una película erótica. Nos hemos proporcionado cuenta a los 5 minutos de que las situaciones comenzaban a subir de tono. Nosotros bromeaban y afirmábamos lo que pasaría, que si se la folla por detrás, que si le hace una felación…

Mi mujer corrió sobre la poronga de otro pervertido

de haberse sentado bastante en la vara de este hombre, mi puta mujer deseaba tener sexo a 4 patas. Ella recibe su enorme trasero y el cabrón se lo metía durísimo en el coño. Ella chilló y solicitó mucho más palmaditas en el trasero y el macho le metía la poronga en el coño y le se encontraba palmeando que ella solicitaba. Después comenzó a estirar el pelo de mi mujer, lo que la excitó aún mucho más por el hecho de que parecía gozar de que la azotaran. Algo que verdaderamente no hice en el momento en que estábamos teniendo sexo.

Soy mucho más sosegada y un tanto mucho más dura en cama, pero en ese vídeo que veía mi mujer parecía una puta adepta al sexo salvaje. Ella tomó su pene de forma fuerte en su coño y se encontraba gimiendo locamente y encontrando realmente bueno ese sexo profundo y salvaje. Y pude comprender porqué a ella no le agradaba mi sexo y me se encontraba engañando con otra persona. Y decidí que lo haría de otro modo y llegaría a casa de otra manera. Llegué a casa del trabajo y tomé un incitante sexual y fui a mi habitación a buscar a mi mujer y ofrecerle lo que le agrada.

Higiene íntima deficiente

Sostener un nivel de higiene aceptable es primordial si deseas recibir sexo oral. Si cuidas tu región íntima todos los días, no deberías olfatear mal. No obstante, por muy limpio que estés, hay personas a las que, sencillamente, les causa rechazo a esta práctica.

Si tu pareja no te hace sexo oral, lo último que tienes que realizar es presionarlo. La clave para arreglar las adversidades siempre y en todo momento ha de ser el sano y respetuoso diálogo.

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