En el Centro de Documentación de la Novela De españa, clasificamos las novelas neocostumbistas del último cuarto del pasado siglo y los primeros años de este en castizoplastas, pornocasposas y tremendistas folclóricas. Las de Almudena Enormes, primera dama de las letras españolas hodiernas según la crítica, forman parte precisamente a las ponocasposas, si bien con algunas gotas castizoplastanas. Muy característica suya es la llamada Castells de cartró, de la que se ha dicho y se repitió que evocaba fantásticamente al La capital española de los 80 (el de la Movida) y al ámbito de una Capacitad de Hermosas Artes. Es de la que me marcho a ocupar aquí. * * *
Gustave Flaubert dedicó un buen tiempo a continuar, en centros de salud parisinos, el desarrollo, en múltiples pequeños, de la patología que afectaría al hijo de madame Arnoux en La educación sentimental . Estoy seguro de que Almudena Enormes, como máximo, fue una tarde a tomar café en el bar de la capacitad de Hermosas Artes de La capital española, y otra en el estudio de un amigo pintor. O no eso. Amó bastante lo que sabía de oídos o creía intuir, confiando el resto a su talento de novelista. Como es lógico, ella es la primera en ignorar que ese talento no existe. Quien, como yo, ha vivido entre pintores y ha frecuentado por causas expertos una capacitad de Preciosas Artes, revela enseguida la falsedad y los tópicos, la inverosímil de todo cuanto dicen de su ámbito, desde una «inspiración» de raíz novelesca o cinematográfica. Y lo mismo cabe decir de la ingenuidad, el simplismo y el normalismo con el que se detalla el accionar de los «pintores» o solicitantes a serlo. Si bien después justificaré detalladamente todas y cada una estas declaraciones, deseo aludir ahora, como un ejemplo impresionante, a ese «futuro genio», primero de la clase y sorpresa de sus condiscípulos, que dibuja una Virgen de Rafael, una bailarina de Degás, un arlequín de Picasso, una tahitiana de Gauguin, etcétera., según se lo solicitan los pertenecientes de un conjunto de compañeros admirados. Lo cierto es que a un tipo de esta manera -el menos artista que logre concebirse- los pintores, aun en etapa de estudio del trabajo, lo que hacen con él no es admirarlo, sino más bien mandarlo a uno circo. Por otro lado, solo ver qué pintores citan a la autora ahora sus individuos -esos de principios del siglo XX que conocen aun a los mucho más ignorantes, por el hecho de que sus cuadros adornan las cajas de chocolatinas y sus nombres se muestran en el crucigrama – se advierte el desfase con en comparación con tiempo –década de los 80– en que la acción, afirma, se lleva a cabo. Los tres teóricos vanguardistas, progresistas, avanzados y heraldos del futuro que se nos afirma que son, ignoran lo ocurrido en el planeta de las artes plásticas tras 1950; y, como resulta lógico, todo cuanto interesaba en los 80 a los estudiantes de Preciosas Artes. Respecto a lo mismo, cabe decir que Almudena Enormes dedica poquísimo espacio a detallar la psicología, las ideas, el carácter de sus individuos, tal como el ámbito en el que se desarrollan (si a todos y cada uno de los libros precedentes de esta autora le sobran , y no soy el único en decirlo, la mitad de las páginas, a esta le faltan -en la situacion, naturalmente, que merecieran ser escritas- el doble de las que tiene), preocupada prácticamente de forma exclusiva por lo del mismo modo poco fundamentado accionar ética y sexual del trío, que también frota frecuentemente lo grotesco. Es obvio que esta novela -la digo de esta manera a fin de que se me comprenda- no fué primero planeada ni después desarrollada. La distracción se aprecia aun en el lenguaje, tan pobre y también inexpresivo, que consigue escenarios de vulgaridad por causa del recurso continuo de la autora a oraciones fabricadas, coloquialismos mandados y expresiones comúnes, por principio antinovelísticas y a través de la mayor parte de las que, además de esto, quiere suplir no solo la literariedad, sino más bien asimismo lo que debería ser creación de la verdad falsa: «Me pasaba la vida» (15); «me había puesto seria sin comprender por qué razón» (pág. 18); «logró una pausa» (id.); «su voz tremía» 19); «finando una naturalidad que no sentía» (20), además de que la naturalidad no se siente; «no lo tenía simple» (¡horror!) (21); «me dejaba en blanco» (22); «me pregunté qué deseaba decir precisamente» (25); «terciopelo cobrizo, espantoso» (id.); «un gorro a juego» (id.); «me miró sobre los lentes» (27); meter la pata (28); «de la forma mucho más imbécil» (¡increíble, que esto se muestre en una novela ensalzada por instructores universitarios!) (id); «no había vuelta atrás» (id); «satisfecho del resultado» (29); «me miró muy asombrada» (30); «yo iba a la cabeza» (32); «un dibujante prodigioso» (33); «Jamás he visto nada igual» (¡qué barbaridad, señor Pozuelo Yvancos, señor García Posada!) (35); «las cejas fruncidas» (id); «finalmente resignada» (36); «charlaba por los codos» (37); «una mañana de pesadilla» (38); «había cogido un óptimo lugar» (id.); «no presté mucha atención» (id.); «me agrada bastante, seriamente»; «me saca de quicio»; (todo lo mencionado formará una parte de «la prosa inigualable» y «la maestría del lenguaje», que entusiásticamente señalara a Joaquín Arnáiz» («Caballo Verde»/«La Razón», 20-II-2004) (40); «aquel comentario me desarmó” (41); yd), «es increíble de qué forma soporta el frío» (42); «ingresar en calor»; «me debía un favor muy grande» (id); «rebajarme un quince» (id); «va a llegar lejos» (43 ), «tenía una carta en la manga» (id); «era mi compradora ideal» (44); «le tenía pavor» (id); «una distancia oceánica» (id); «me pareció lógico y habitual» (id), «me hubiese encantado charlar con él» (id.); «en el momento en que los críticos se recobraron del pasmo» (45); «se enzarzaron en una polémica feroz» (id.)… Todo lo mencionado, solo en la primera – y mucho más corta- de las 4 partes que tiene el relato, examinamos el artículo con mucho más aspecto, no sin antes rememorar lo que afirmaba Huxley , en Cec en Gaza: «se hace bien difícil aceptar que un individuo que usa oraciones fabricadas sea capaz».